miércoles, 2 de febrero de 2011

Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno de Sanlúcar de Barrameda


Muy Antigua, Real e Ilustre Hermandad y Primitiva Cofradía de Nazarenos de Ntro. Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz de Jerusalén, Ntra. Sra. de la Amargura y San Juan Evangelista (Vulgo de Labradores y Viñistas).


HISTORIA:

          Siguiendo a D. Fernando Cruz Isidoro (Historia de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Sanlúcar de Barrameda), a D. Juan Pedro Velázquez Gaztelu (Fundaciones de todas las Iglesias, Conventos y Ermitas de Sanlúcar de Barrameda) y a D. Pedro Barbadillo Delgado (Historia de la ciudad de Sanlúcar de Barrameda) se puede indicar lo siguiente acerca de los orígenes de la Hermandad del Nazareno de Sanlúcar.

          Desgraciadamente no es posible abordar con total precisión los orígenes de la Hermandad del Nazareno habida cuenta la ausencia de fuentes fiables que legitimen tal pretensión.

          La reiterada pérdida –lastimosamente intencional- de las primeras páginas de los Libros de la Hermandad donde se hacía alusión a tan importante extremo allá por el S. XVII así como el incendio acaecido en los archivos municipales de la localidad en el año 1933 ha supuesto que la verdad no sea a día de hoy conocida.

          Y decimos esto por cuanto que resulta lamentable la actuación dolosa llevada a cabo por algunos con la intención manifiesta de sustraer las Reglas Fundacionales de la Cofradía al eliminar intencionalmente las páginas iniciales de las mismas (hablamos quizás y no con absoluta seguridad del año 1609 aunque de las únicas Reglas que se tienen efectiva constancia son las del año 1656).

          Aunque parezca increíble, el Libro de Reglas se "perdió" a los pocos años de su redacción y se tuvo que confeccionar uno nuevo en 1686 que nuevamente "desapareció" en el año 1732. Sobre estas incidencias consta el enojo de los Hermanos y la reiterada intención de alguien de querer ocultar a la Historia los orígenes de la Cofradía. (Sería muy enriquecedor e interesante indagar en el Archivo Diocesano de Jerez o en el Arzobispado de Sevilla para intentar conocer qué personas -civiles o eclesiásticas- envidiosas o despechadas de la Hermandad realizaban tales actos a lo largo de distintos años y siempre con un mismo objetivo: hacer desaparecer las primeras páginas del Libro de Reglas donde se documentaba los orígenes de la Cofradía).

          Nótese la importancia en esta materia así como su trascendencia pues -al igual que en época tardomediaval- el Mayordomo de la Cofradía solicitó y le fue conferida por el Vicario General de aquel entonces la Carta de Excomunión a fin de infundir temor a los fieles y tratar de recuperar los Libros de Reglas. No tuvo efecto tal extrema medida (el espíritu y sentido religioso estaba más asentado en esas fechas que en nuestros días) y se tuvo que confeccionar uno nuevo en el año 1734.

          No obstante lo anterior, y siguiendo un defectuoso y erróneo escrito mecanográfico de la Hermandad fechado a finales del año 1959 (Preámbulo) se recoge de forma confusa y sin aportar sus fuentes la siguiente historia: Supuestamente se funda en el año 1572 o quizás 1573 en un inmueble donado por el agricultor D. Bartolomé de Guisa, sito en calle Cristo de las Aguas (entre la Parroquia de la “O”, el Castillo de Santiago y la calle San Agustín), construyéndose a continuación una ermita a la que llamaron de Santiago y San Bartolomé pasando posteriormente (sin precisar cuántos años) al Convento de San Agustín (actual Bodega Barbadillo) situado prácticamente al lado y en la calle Santiago.



(Azulejo referenciando a la calle Cristo de las Aguas, muy próximo a las calles Santiago y San Agustín)




(Convento Agustino -trasera- situado en la calle Santiago) 


 (Convento Agustino -frontal- hoy Colegio de Nuestra Señora de la Caridad sito en calle San Agustín)


(Basílica Menor de la Caridad)

          Con los debidos respetos sostenemos que esta historia no tiene base o fuente que la sustente pues hay que tener en cuenta que por aquellas fechas la Ermita de Santiago ya estaba construida y "no se iba a construir" así como que el citado Bartolomé de Guisa se encontraba finado desde el año 1573 por lo que era imposible que hubiera podido donar la propiedad rústica a la futura Hermandad. Es más, las propias reglas de la Hermandad del año 1674, refieren el lugar fundacional directamente en el Monasterio de Santiago adscrito a los monjes de San Agustín.

          Siguiendo la obra del Historiador D. Juan Pedro Velázquez Gaztelu “Fundaciones de todas las Iglesias, Conventos y Ermitas de Sanlúcar de Barrameda” encontramos lo siguiente: La Comunidad Agustina apareció en Sanlúcar en el año 1573 apoderándose por la fuerza de una Ermita propiedad de la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús situada en Calle Ancha esquina calle Las Cruces y edificada en un solar donado por el agricultor D. Bartolomé de Guisa. Posteriormente perdieron el pleito que formularon en su contra los legítimos propietarios y fueron echados –literalmente- del lugar. Antes de regresar al convento de Chipiona entonando de forma lúgubre el Salmo "In exitu Israel de Egipto" recibieron el apoyo de los Duques de Medina Sidonia consistiendo éste en el cobijo en la Iglesia de Santiago y su hospital anexo allá por el año 1574 (actual calle Santiago).

          Normalizados en la nueva Iglesia, bien se constituyeron las Reglas que posibilitaría la creación de la futura Hermandad del Nazareno teniéndose conocimiento efectivo de ello el día 15 de agosto de 1609 cuando participaron en una Procesión de Nuestra Señora de la Caridad o bien se limitaron a reflotar una antigua cofradía sito en esa Iglesia y de nombre Hermandad de San Bartolomé –existente desde 1514- derivándose posteriormente a la que conocemos hoy día.

          Por ahora, y mientras no aparezcan fuentes más fiables, lo único que se puede adverar con contundencia es que la comunidad Agustina tuvo mucho que ver en los orígenes de la Hermandad, que quizás se fundó en 1574 pero no se tiene presencia documental de ello hasta 1609. Todo lo demás son conjeturas pese al esfuerzo realizado en 1959 de mecanografiar y trascribir el Libro de Reglas de la Hermandad sin mencionar en su Preámbulo alguna fuente bibliográfica que pudiera legitimar sus orígenes. Quizás la clave puede estar en el Archivo Histórico Diocesano de Jerez de la Frontera o como último recurso el Archivo Histórico Provincial o el Archivo del Arzobispado -ambos de Sevilla-, Sección Hermandades Penitenciales.

          La Comunidad Agustina se preocupó de adecentar y ampliar el lugar con el paso de los años gracias a la compra de solares anexos con los legados obtenidos de bien hechores como por ejemplo D. Pedro de Peñalosa (1605) o D. Bartolomé Guerra Calderón (1645) siendo así que se llegó a concretar la zona en toda la demarcación existente entre las calles Santiago-Cristo de las Aguas-San Agustín teniendo entrada por esta última.

          Con posterioridad los Mayordomos de la Cofradía se preocuparon de obtener en tan extenso lugar una demarcación propia para la construcción de la capilla del Nazareno y un pequeño Campo Santo para los entierros de sus hermanos. Esto se consiguió en el año 1647 cuando el Prior Agustino del Convento accedió a ello siendo así que desde el citado año la Hermandad gozó de lugar propio para rendir culto y devoción a su imagen titular abonando la contraprestación del terreno y liquidando definitivamente la deuda con el Convento en el año 1650.

          Es de referencia destacar que el sábado 19 de abril de 1727 se desplomó la cubierta central de la Iglesia Conventual (falsa bóveda de yeso y la techumbre de madera) afectando indirectamente a la Hermandad pues, pese a no sufrir daños las imágenes titulares, si que quedó afectada la estructura de la Capilla del Nazareno.

          En el año 1793 se produce una escisión total entre Hermandad y Convento por cuanto que el Mayordomo D. Manuel Rodríguez Pérez tenía intención de unir ésta con la Hermandad Sacramental de la Parroquia de la "O" a lo cual se negó de forma tajante el Prior D. José de Jodán por entender que era de su propiedad y que se había fundado en el Convento dos siglos antes (quizás tuviera mucho que ver la gran cantidad de donaciones y visitas al Convento Augustino de numerosos fieles que rendían veneración a la Sagrada Imagen y las dádivas que solían dejar en los cepillos). Tal enemistad llegó a un punto álgido con unos varales de plata de más de siete kilogramos de peso y que se discutía la propiedad y el uso de los mismos donados años atrás por un fraile agustino y que habían sido traídos de las Américas.

          La Hermandad obtuvo mediante Real Ejecutoria de 1794 la posibilidad de salir del Convento para fusionarse con la Sacramental de la Parroquia de la "O" pero tal extremo no pudo acometerse y tal salida se produjo de forma radicalmente distinta y con motivo de la Guerra contra el Francés -mal llamada Guerra de la Independencia- pues en verano de 1809 el nefasto Pepe Botella publicó el Decreto de supresión de todas las órdenes religiosas del país que sumado a la entrada de los franceses en la localidad en 1810 provocó que la Hermandad se refugiase en el Santuario de la Caridad y no en la Parroquia de la "O" sin conocerse los motivos de este cambio de destino.

          Aproximadamente en 1814 y con el retorno del no menos nefasto y peor Rey que haya tenido nunca España, Fernando VII, se abolió toda la legislación francesa y por ende la Cofradía regresó al convento para nuevamente salir de él en el año 1821 como consecuencia de la desamortización eclesiástica recabando de nuevo en el Santuario de la Caridad.

          En 1823 se dictó Decreto por el que se invalidaba las normas de la desamortización que afectaban al cierre del convento y la Hermandad retornó con los frailes hasta que, de forma definitiva, en el año 1835 y por un nuevo Decreto se consumó una nueva expropiación (la llamada desamortización de Mendizabal) por la que se suprimía la existencia de cualquier monasterio o convento en el país (y por supuesto embargo de todos sus bienes para cubrir las necesidades monetarias del Estado).

          El resultado de la convulsa historia del país en aquellas fechas motivó que, desde el año 1835, la Hermandad se alojase en el Santuario de la Caridad, se estabilizara en ella, proyectara la construcción de retablos y se alejara del convento agustino donde tuvo lugar su origen y fundación. 

          Durante los años 1931-34 la Hermandad estuvo prácticamente paralizada por motivos obvios. Entre los años 1950-70 la Cofradía alcanzó gran prosperidad con inclusión de gran número de hermanos y adquisición de multitud de enseres de gran riqueza ornamental como insignias, faroles, mantos, reformas de retablos, sustitución de pasos, túnicas y nuevos bordados para las imágenes titulares, etc. En los años 1965 y 1989 tuvo como templo residente la Parroquia de la "O" debido a las reformas arquitectónicas que se tuvieron que acometer en el Santuario de la Caridad.

          El día 22 de junio de 2008 se celebró solemne Eucaristía en la Basílica Menor donde se hizo entrega de la distinción de Alcalde Honorario Perpetuo de la ciudad de Sanlúcar de Barrameda a la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno la cual fue concedida por el Excmo. Ayuntamiento de la ciudad mediante acuerdo plenario del día 27 de Abril de 2007.

          En estas fechas la Duquesa de Fernandina, Dª María del Pilar Leticia González de Gregorio y Álvarez de Toledo, regaló a la Virgen de la Amargura un Rosario de Oro con el que hizo la Primera Comunión y que la Virgen ha llegado a portar en desfile procesional. En el mes de junio de 2011 la Junta de Gobierno de la Hermandad del Nazareno acordará concederle el Título de Camarera Mayor Honoraria habida cuenta la vinculación de su familia con la Hermandad, las muestras constantes de aprecio y cariño así como el apoyo que de forma periódica suele realizar a la Cofradía.

           En la actualidad la Cofradía sigue procesionando con todo el prestigio y orgullo de su pasado en la madrugada del Viernes Santo pudiéndose verificar cómo cada viernes del año se siguen acercando fieles de todos los puntos de la localidad a rezar al Señor de Sanlúcar.



LIBRO DE REGLAS (Cronología):

1656. Es aprobado el Libro de Reglas de la Hermandad por el Arzobispo de Sevilla, Fray Pedro de Tapia.

1674. Se ratifica el contenido del Libro por el Arzobispo de Sevilla D. Ambrosio Ignacio de Espínola y Guzmán.

1686. Se tiene que reproducir el Libro de Reglas por “pérdida” del original.

1732. Se “pierde” nuevamente el Libro de Reglas y se emite Carta de Excomunión para quien conozca su paradero y no informe del mismo o lo devuelva si lo ostenta en su poder.

1734. Se lleva a cabo la redacción de un nuevo Libro de Reglas renovando el del año 1656 y es aprobado por el Arzobispo de Sevilla Don Luis de Salcedo y Azcona.

1794. Nuevo Libro de Reglas.

1959. Se procede a mecanografiar el actual Libro de Reglas de la Hermandad con base en los Libros precedentes y adaptándolo a los nuevos tiempos.


LIBRO DE REGLAS (AÑO 1656).

(Traducido del Latín y del Castellano del S. XVII).
Copia depositada en el Archivo Histórico Diocesano de Jerez de la Frontera, Sección Hermandades, Sanlúcar de Barrameda, caja 469, número 1.

REGLA DE LA COFRADÍA Y HERMANDAD DE JESÚS NAZARENO Y DE LA VÍRGEN SANTÍSIMA NUESTRA SEÑORA DE LAS VIRTUDES, FUNDADA EN EL MONASTERIO DE SANTIAGO DE LA ORDEN DE SAN AGUSTÍN, DE ESTA CIUDAD DE SANLÚCAR DE BARRAMEDA ESTE AÑO.

Pedro Cumplido lo escribió en el año de 1656.

EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN

EN EL PRINCIPIO era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios.
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.
Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.
Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él.
No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.
Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.
En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

          En el nombre de Jesucristo nuestro Dios y Señor y de su bendita Madre la Virgen María, Nuestra Señora de las Virtudes a quien tenemos por particulares abogados y amparo.

          Nosotros los Cofrades de Nuestro Padre Jesús Nazareno, teniendo atención a la honra de Dios principalmente, y de su Madre, y Santos, y a tenerlos por patronos y abogados en la vida y en la muerte, y a las muchas indulgencias y gracias que gozan los Cofrades de esta Santa Cofradía de Jesús Nazareno, queremos y es nuestra voluntad servir en ella a Dios y a su Madre, y Santos, y desde ahora nos obligamos por nosotros, como fundadores en esta forma y por nuestros sucesores como interesados, que guardaremos todo cuanto en esta Regla se nos mandare por los Mayores de nuestra Cofradía, como no sea contra la Ley de Dios y de su Iglesia, y así lo protestamos y prometemos. Y desde ahora para siempre nos sujetamos por nosotros y por ellos a las penas que por no guardarlas nos fueren impuestas, y porque esto lo cumpliremos a gloria y honra de Nuestro Padre Jesús Nazareno, y lo firmamos de nuestros nombres. Y porque para que esto tenga valor y fuerza, es necesario recurrir a nuestro Superior, reconociendo por tal al Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Don Fray Pedro de Tapia, Arzobispo de Sevilla.

          Por tanto, por la presente, pedimos y suplicamos a su Señoría Ilustrísima, y al Señor su provisor en su nombre, nos de su bendición y licencia para que este nuestro buen propósito vaya adelante y apruebe y de por buenos los Capítulos siguientes.
           
          CAPÍTULO PRIMERO: De los oficiales de la Cofradía.

          Y porque donde no hay gobierno y orden parece más behetría que cofradía, determinamos que haya oficiales, los cuales gobiernen por el tiempo que lo fueren, a los cuáles los demás hayan de estar sujetos, y todos unánimes ayuden y favorezcan todo lo que fuere del servicio de Dios y de esta Cofradía, acudiendo cada uno de ellos a lo que le perteneciere, según su oficio, y en él ninguno se le pueda entremeter, sino fuere avisándole con claridad lo que más convenga.

          Y porque muchos componedores no descompongan, porque donde hay multitud suele haber confusión, determinamos haya dos Hermanos Mayores, y un Mayordomo, dos Alcaldes, un Fiscal, un Escribano, un Albacea de Almas, y doce Diputados, cuyos oficios constarán de los capítulos siguientes.

          CAPÍTULO SEGUNDO: De los Hermanos Mayores.

          A su oficio pertenece el gobierno de la Cofradía, y ordenar en ella lo que más convenga al servicio de Dios, nuestro Señor, y utilidad de dicha Cofradía, y tener el mayor lugar en las procesiones y ayuntamientos y cabildos, y ponerlo todo en orden. Y serán sus pareceres los primeros, proponiendo ellos lo que se hubiere de proponer.

          CAPÍTULO TERCERO: De los Alcaldes.

          Su oficio es hallarse en todas las procesiones y congregaciones, serán solícitos en procurar las cosas de la Cofradía, y hacer que se ejecuten las penas y cobren los repartimientos, y que se llamen los cofrades para los cabildos y procesiones, y juntos y en los cabildos harán guardar silencio, que no hablen si no fuere viniéndoles por orden, y mandados responder. Y que no consientan que nadie entre con armas de cualquier género y condición que sea.

          CAPÍTULO CUARTO: Del Mayordomo.

          Su oficio será cobrar y gastar el dinero de la Cofradía, según lo determinaren los demás oficiales, que será con libranza de los Hermanos Mayores. Y también le pertenecerá cobrar las penas y las mandas y demás hacienda que por tiempo tuviere la dicha Cofradía, así limosnas como rentas y remembranzas. Y guardar la cera, y renovarla todos los años, y dar cuenta de todo, y también mandará al muñidor lo que hubiere de hacer, y echar las demandas, todo lo cual será para provecho de la dicha Cofradía.

          Ítem, se le hará entrega del dinero en un arca, de la cual habrá tres llaves, la una tenga el Mayordomo, las otras dos las tendrán los Hermanos Mayores.

          Ítem, sea el dicho Mayordomo obligado a guardar todos los bienes muebles de la dicha Cofradía, entregándolos al Mayordomo para inventario ante los Hermanos Mayores y Alcaldes, y dar cuenta de ellos cada cuanto que fueren pedidos.

          CAPÍTULO QUINTO: Del Fiscal.

          Su oficio será el hallarse en todos los cabildos y dar orden para que los mencionados cabildos se hagan el Domingo de Ramos, o el de Lázaro, y que los hermanos se junten y se sienten por orden en sus lugares, y que hablen por el mismo orden pidiendo y requiriendo cuando vea que se quebranta.

          Ítem, le hacemos cargo que no consienta que ningún negro o mulato se siente por hermano, ni que consienta que ninguno lleve en la procesión capirote levantado, ni balona, y que en haciendo la procesión, junte al Mayordomo y los Hermanos Mayores y al Escribano y demás hermanos que quisiere, y le tomen cuentas al dicho Mayordomo.

          CAPÍTULO SEXTO: Del Escribano.

          Su oficio será determinar todo lo que se escribiere en los cabildos, y estará al tomar de las cuentas y hacer el inventario de los bienes de la Cofradía, y hacer cargo y descargo al Mayordomo del dinero y demás limosnas que se juntaren, y en su ausencia podrá nombrar otro que supla por él, del cuál tenga confianza, que hará su oficio con fidelidad, sobre lo cuál se le encarga la conciencia.

          CAPÍTULO SÉPTIMO: Del Albacea de Almas.

          Al cuál exhortamos, rogamos y encargamos tenga cuidado de las almas de los cofrades difuntos, cuidando de que se le digan las misas que abajo tocaremos, por cada uno, de manera que no le haga alcance de misas sin que después se puedan cumplir, sino que dentro de un mes de la muerte del dicho cofrade difunto se le hayan dicho sus sufragios, y la limosna de esto sea preferida a los demás gastos que en la dicha Cofradía se hubieren de hacer por la mayor necesidad que presumimos tener las dichas almas.

          CAPÍTULO OCTAVO: De los Diputados.

          Y porque debemos atender grandemente al culto divino, y que nuestras fiestas y difuntos se veneren según más conviene a lo que usa nuestra Madre la Iglesia, determinamos haya doce Diputados, los cuáles harán un cirio de cuatro libras de cera, los cuáles se renovarán cada año, en el tiempo que se eligieren nuevos Diputados, y éstos tengan la obligación de junto con lo que se hubiere cobrado de los cirios antiguos que quedaren de los Diputados que dejaren de ser, añadir otras cuatro libras de cera, y así siempre y cada año, y si de esto vinieran a ser tan grandes los cirios que excedan de lo ordinario, lo que sobrare le haga cera menuda para el servicio del Altar. Con estos cirios le acompañarán las procesiones y difuntos de nuestra Cofradía, y a las demás cosas que los Oficiales determinaren.

          CAPÍTULO NOVENO: Del modo de elegir Oficiales y hacer Cabildos.

          Lo primero que en los cabildos se debe hacer es invocar el favor de Dios, nuestro Señor, haciendo cada uno oración según tuviere el espíritu, poniéndose todos de rodillas si fuere en la Iglesia ante el Santísimo Sacramento del Altar, y si fuere en otro lugar ante la imagen que en el cabildo se pondrá, y allí con sumo silencio rezará cada uno lo que tuviere devoción. Y luego los Hermanos Mayores se levantarán, y harán que todos se levanten y sienten en sus lugares, precediendo los Oficiales. Los Hermanos Mayores primero, luego los Alcaldes de los lados, el Albacea de Almas y Mayordomo, y así los Diputados, el Escribano estará en la mesa con su libro, donde se escribirá lo que en el cabildo se determinare.

          En estos ayuntamientos propondrán los Hermanos Mayores lo que les pareciere que mejor podrán acudir; y luego los demás darán sus pareceres como les fueren pedidos, y no antes, para que no haya confusión de voces.

          Y es nuestra voluntad que en estos cabildos asista el Prior de dicho convento, al cual antes de entrar en el dicho cabildo se le irán a pedir y rogar los Alcaldes su paternidad se sirva de asistir; y si estuviere ocupado envíe un religioso que asista allí en su nombre. Y si el dicho Padre Prior asistiere se le lleve lo determinado, para que apruebe lo que en su casa se ha determinado.

          Y queremos que el que fuere señalado por Oficial de cualquier manera que sea lo acepte y cumpla, y haga como los demás, donde no lo contrario haciendo pague en pena de su rebeldía cuatro reales para el arca y gastos de la Cofradía, y por ellos pueda hacer algo apremiado y ejecutado, y si alguno de los tales oficiales hubiere bien ejercitado su oficio, pueda ser electo un año y otros dos, de manera que no pase de tres sin que haya cosa que lo contradiga.

          Ítem, que cualquiera en el cabildo hablare con demasía no dando lugar a que se determine lo que fue propuesto, pague de pena un real por la primera vez, y por la segunda dos reales, y la tercera sea echado del cabildo.

          Ítem, ordenamos que cada cuando que se hubiere de hacer cabildo sea en el dicho convento, y para ello sean llamados por el muñidor que vengan al cabildo todos los dichos cofrades, y no falte ninguno, y si alguno llamado faltare no habiendo suficiente ocupación para no poder asistir, pague media libra de cera de pena.

          Ítem, porque muchas veces hay enemistades entre los hermanos y vienen atravesarse y reñir en los cabildos, y desmandarse en palabras, queremos que los Hermanos Mayores y Alcaldes antes de entrar en el cabildo junte a tales enemistados y los haga amigos y confederados, y lo mismo queremos que sabiendo lo están en algún tiempo los dichos nuestros hermanos hagan las amistades, para que en todo tiempo se sirva Dios de nuestras obras, y lo que hiciéremos sea para honra suya y como debemos a cristianos.

          Ítem, en los cabildos se ha de hacer memoria de los hermanos enfermos y necesitados, y lo visiten y acudan a su necesidad conforme al posible de la Cofradía.

          Ítem, se haga memoria de los difuntos en los dichos cabildos, y allí el Escribano de fe de las misas que por cada uno se han dicho y de las que faltan por decirles sus misas, lo cual queremos para que el Albacea de Almas y Mayordomo cuiden de hacerlas decir luego, y cuando no hubiere bastante para ello se haga un reparto entre todos y de allí se digan, pues para todos es el provecho.

          CAPÍTULO DÉCIMO: De los difuntos nuestros.

          Y porque nuestra Hermandad no sólo el bien sea en vida sino en muerte, queremos haya en esto grande cuidado, como arriba encomendamos al Albacea de Almas que por cada hermano se digan en el dicho convento de Santiago dos misas rezadas, y si en algún tiempo viniere esta Cofradía a tener posibles, se le digan también una cantada, según el Albacea le pareciere, lo cuál dejamos al arbitrio de los Oficiales. Y así mismo por las hermanas una misa rezada, y si, como dicho es, Dios fuese servido de dar posible, sea cantada. Y así mismo por el Día de todos los Santos, hora en fiesta o día feriado, sin que se dilate de aquel día mucho se haga un aniversario.

(NOTA: No constan los Capítulos Décimo Primero a Décimo Tercero).

          De recursos y cuando haya pagado, sea despedido de ella, y en adelante este tal nunca más ser recibido a ella.

          CAPÍTULO DÉCIMO CUARTO: De los días de confesión y comunión.

          Y porque nos hemos juntado para el servicio de Dios y provecho de nuestras almas, es nuestra voluntad que nosotros y los que adelante fueren seamos obligados a confesar y comulgar cuatro veces en el año, conviene a saber:

          - el día de la Natividad de Cristo Nuestro Señor.
          - en su Resurrección.
          - en la festividad de la Cruz.
          - en la festividad del glorioso Padre San Agustín.

          Y así mismo rezen cada día seis veces la oración del Padre Nuestro, y un Ave María, y al final de cada Padre Nuestro y Ave María el verso “Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo", en latín o en romance, y después de esto un Padre Nuestro y un Ave María por el Pontífice de feliz recuerdo que concedió muchas indulgencias a los hermanos de esta Santa Cofradía de Jesús Nazareno.

          Y cuando lo que en esta regla no se haga, no se entienda haber en pecado, porque no es nuestra voluntad obligarnos a culpa mortal, sino a servir a Dios voluntariamente en aquello que cada uno pudiere.

          CAPÍTULO DÉCIMO QUINTO: Del estandarte e Insignia.

          Y porque cada Cofradía tiene su divisa según su devoción, por la cual se conoce, queremos que sea el Estandarte morado, y por una parte una imagen de Jesús Nazareno, y por la otra parte otra imagen de Nuestra Señora de las Virtudes, nuestros devotos y abogados. Y este Estandarte salga en todas las procesiones del convento haciendo buena compañía al dicho convento, y en todas las fiestas nos acompañen y honren.

          CAPÍTULO DÉCIMO SEXTO: De los libros que han de haber.

          Porque hay razón de todo, es nuestra voluntad haya un libro blanco donde se escriban los nombres de los cofrades, así hombres como mujeres, con su ABCdario, y ahí se escriba el día que entra, y lo que paga de limosna, y los recursos como fuere pagando cada año.

          Y otro libro donde se escriban los cabildos y los inventarios de los bienes de la Cofradía y alcance que le hiciere al Mayordomo y Hermanos Mayores.

          Y otro libro donde se escriban el recibo, así de recursos como de limosnas, haciéndole cargo al Mayordomo, a quién se le entregare y en el mismo lo que gastare en las procesiones, fiestas, y misas, lo cuál será para su descargo.

          Y estos libros tenga el Escribano en el cajón con su llave, y otro ninguno pueda escribir en ellos si no fuere él.

          Y así mismo, en cumplimiento de lo dicho, piden todos a SSª Ilustrísima haya por bien de darles la tal licencia arriba dicha, en fe de lo cuál lo firmaron ut supra.

          Renovose esta Regla año de 1656 siendo Mayordomo Blas Núñez Cumplido, y Hermanos Mayores Francisco de Bastos y Juan Lozano, y Fiscal Diego Ruiz, y Escribano Francisco Álvarez Madera.

          Para honra y gloria de Dios y de su Santísima Madre.

          Y ahora, estando debajo de las mismas obligaciones contenidas en los 16 Capítulos de esta Regla, suplicamos humildemente al Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Don Ambrosio Ignacio de Espínola y Guzmán, Arzobispo de Sevilla, etc., tenga por bien de enmendar, añadir; o quitar de los dichos Capítulos lo que a su Ilustrísima pareciere más conveniente al servicio de Dios nuestro Señor y provecho de nuestras almas, y después confirmarlos con su autoridad, para que quede establecida la dicha Regla, y nosotros obligados a guardar y cumplir sus puntos inviolablemente para siempre. En fe de lo cual lo firmamos de nuestros nombres en 14 días del mes de noviembre de mil seiscientos setenta y tres años.

          Bartolomé Amador, Mayordomo           Francisco de Bastos, Escribano de la Cofradía
          Juan de Hoyos, Hermano Mayor           Diego Ruiz, Fiscal de la Cofradía
          Juan Gómez, Alcalde de la Cofradía      Antonio de Vélez, Diputado de la Cofradía

          En 26 de febrero de 1674 vea el Fiscal esta Regla.

          El Fiscal ha visto esta Regla y se puede por ahora aprobar y entretanto que no se reconoce inconveniente, y reservada la facultad de observar en todo o en parte cuando acaso convenga y sin perjuicio del Derecho Ordinario y Parroquial o de tercero. Y con la advertencia de que no quiten ni añadan y de la sugesión a la visita y a dar la cuenta. Y de la prohibición de enajenar bienes que acaso tenga, y de la limosna que no han de pedir fuera del convento. Y que para salir a la estación haya de guardar la hora que el Vicario les señalare y dirección que les diere. Y que ningún Capítulo obliga a mostrar sino a sólo las penas expresadas.

          Va en doce folios de éstos con éste y cada uno señalado en la margen con mi rúbrica.

          Sevilla, marzo, 1º, de mil y seiscientos y setenta y cuatro años.

          Licenciado Martínez de Herrera.



ICONOGRAFÍA Y AUTORÍA NAZARENO:

           La imagen recoge el pasaje del Evangelio de San Juan en que el Señor es conducido al Gólgota portando el Santo Leño para ser crucificado con él. A diferencia de otras Hermandades no es acompañado por la figura de Simón de Cirene o de la Verónica (aunque la Hermandad dispusiera de una talla de esta última por lo menos desde 1708 y procesionara en andas propias e independientes hasta que la enajenara en 1924).

          La talla es de tamaño real (aproximadamente 1,80 m de estatura) aunque se presenta ligeramente encorvada, en actitud itinerante o caminante con la pierna izquierda adelantada y Cruz portada de forma ilógica en hombro izquierdo aunque lo razonable sería el derecho, probablemente para dejar libre el brazo derecho (que es articulado) y permitir las bendiciones y besamanos de los fieles.

          El rostro se encuentra ligeramente ladeado hacia su hombro derecho.

          La morfología es la típica de los Cristos barrocos y bebe de los rasgos faciales del Oriente Próximo: cabeza rectangular, cabellera larga y leonada, regueros de sangre por la nunca y por la frente como consecuencia de la corona de espinas, tabique nasal recto, largo y muy marcado, barba espesa y rizada terminada de forma bífida en dos pobladas guedejas, ojos almendrados similar al kóuros griego y con órbitas muy pronunciadas.

          A diferencia del Gran Poder donde el posicionamiento de la cadera queda “desencajada” de su lugar natural a voluntad del imaginero para conseguir un efecto visual mayor con una zancada más abierta y poderosa así como un rostro de carácter “patético” con una corona de espinas “serpentinata”, la imagen de este Cristo no busca conmover desde el horror y el patetismo del sufrimiento como lo haría la Semana Santa Castellana sino desde la dulzura y el encanto de sus facciones (muy típico de la Semana Santa Andaluza).

          Hay que recordar que la talla original del Cristo no es la que se puede observar en la actualidad ya que, entre 1780 y 1782, el escultor D. Juan Gandulfo la modificó prácticamente por completo: espalda, manos, brazos, pies, cabellera o la sustitución de los ojos por otros de cristal por lo que es difícil escrutar el tallado original de la imagen. Con posterioridad ha sido retocada (por ejemplo, se le colocaron pestañas en 1953) o ha sido restaurada como hiciera D. Juan Manuel Miñarro en el año 1991.

          Al igual que sucede con el origen fundacional de la Hermandad es difícil aunque no imposible buscar autoría a esta soberbia imagen. Se dice que el imaginero que talló al Señor de la Madrugá fue el jienense D. Francisco de Ocampo y Felguera (1579-1639) y razones no faltan para ello.

          Del brillante imaginero consta documentada su autoría respecto del Nazareno de Carmona y que fuera realizado en el año 1607. Por su espectacular parecido se le atribuye el Cristo Nazareno de Sevilla, vulgo “El Silencio”, datado en 1610. En igual sentido constan parecidos morfológicos más que razonable respecto de Jesús de la Salud de la Hermandad de la Candelaria de Sevilla.  Pues bien, según datos de la Hermandad del Nazareno así como fondos bibliográficos de la Basílica Menor de la Caridad consta documentada la presencia de un tal “Francisco de Ocampo” en la ciudad de Sanlúcar de Barrameda el 4 de julio de 1611 testificando ante el Vicario General respecto de algunos milagros atribuidos a la patrona de la ciudad (Virgen de la Caridad).

          A mayor abundamiento, la presencia en la ciudad se vería confirmada por otro dato: se le atribuye con razonables argumentos la autoría del soberbio Cristo de la Vera+Cruz residente en la Parroquia de la "O" y datado en 1615.

        Examinado el Cristo sanluqueño y analizado rostro y cabellera (aunque sufriera modificación por el escultor gaditano ya citado en el siglo XVIII) aparecen coincidencias casi plenas con el Nazareno de Sevilla y a su vez éste con el Nazareno de Carmona que sí consta documentada su autoría siendo así que se piensa que el Nazareno sanluqueño quizás lo realizara el genial imaginero de Villacarrillo D. Francisco de Ocampo y Felguera aproximadamente en los años 1611-1614.

          Habida cuenta lo expuesto existen poderosas sospechas para pensar que la Hermandad del Nazareno de Sanlúcar (fundación circa 1573-74) residente en el Convento de San Agustín y enormemente vinculada con la Hermandad del Nazareno de Sevilla encargase al ilustre imaginero un talla de similar porte a la que un año antes (1610) había realizado para la Hermandad matriz en Sevilla y que tantas similitudes profesan con el fin de sustituir un Cristo Nazareno anterior y profesarle gran devoción.

          El contrato de ejecución de obra seguramente se firmaría (probablemente) en Sevilla o Sanlúcar de Barrameda en los años (1610-1615), aunque podríamos precisar (1611-1614) y necesariamente una copia del mencionado contrato (y la correspondiente carta de pago) se tuvo que protocolizar y guardar en algún archivo de las ciudades mencionadas.

          Las partes vinculadas en el contrato necesariamente serían, por una parte D. Francisco de Ocampo y Felguera y de otra la Orden Mendicante de los Agustinos Descalzos y/o Hermandad del Nazareno de Sanlúcar. La filiación más antigua que se tiene de esos años es el Mayordomo de la misma por el año 1620 y de nombre D. Juan Baños Cabello. Se desconoce por ahora los nombres del Prior del Convento Agustino y el Mayordomo de la Hermandad en los años 1610-1615.

          Quizás pudiera investigarse los Protocolos Notariales o los contrato de ejecución de obra en la ciudad de Sanlúcar de Barrameda pero ardieron –de forma intencional- en el año 1933 siendo así que la única vía posible de investigación que queda abierta sea el Archivo Histórico Provincial de Sevilla, Sección Protocolos o el Archivo Palacio Arzobispal de Sevilla, Sección Hermandades, donde puedan atesorar legajos, contratos, protocolos notariales, cartas de pago y documentos similares atinentes o de contenido similar a lo aquí expuesto y de fecha 1610-1615 respecto de las personas y lugares indicados.


(Fotografía fronto-cenital de la imagen del Nazareno donde se puede apreciar la inclinación del rostro tanto hacia su derecha como hacia abajo muy al uso de las imágenes talladas para ser veneradas por los fieles desde abajo. Obsérvese la espléndida barba bífida, la nariz recta y aguileña así como la mirada tan dulce y especial de este Cristo. Nótese igualmente como porta túnica simple morada en vez de la bordada para desfile procesional. No deja de ser una especulación pero, habida cuenta el nuevo paso "sobredorado" y repujado que se está realizando en la actualidad, quizás sería una buena idea que procesionara con túnica simple -no ya por las reminiscencias literales de los Evangelios- sino para hacer destacar la figura del Cristo entre tanto dorado pues, de otra forma, quizás se pudiera difuminar su figura entre tantos tonos dorados. Creemos que, con fundando acierto, pasos muy barrocos, elaborados y sobredorados como el del Gran Poder "piden" que la figura que portan no vayan en esa sintonía dorada que podría dispersar realmente lo que es el centro de atención. Creemos por ello que -una vez ultimado el nuevo paso- quizás sería acertado que el Cristo procesionase con túnica morada sin bordar - a veces lo ha hecho con túnica negra o incluso burdeos carmesí- tal y como hace el Señor del Gran Poder de Sevilla o en esta ciudad de referencia "Nuestro Padre Jesús Cautivo". De todas formas esto no deja de ser una especulación sobre la maravillosa túnica bordada con elementos florales con la que procesiona y que fuera traspasado el bordado de forma magistral por las Monjas del Convento de Regina en el año 1954).


(Bellísima imagen del Cristo -al menos anterior a 1946- el cual porta corona de plata sobredorada del año 1713 en vez de la actual de madera policromada. Igualmente porta unas potencias más clásicas que las actuales afiligranadas con las que procesiona. Es la típica imagen que atesoran muchos sanluqueños en sus casas enmarcadas a modo de cuadro, sobre todo, personas de avanzada edad. Existe otra muy difundida -la primera de este artículo- y ya a color que suele encontrarse en numerosos negocios de la localidad).




ICONOGRAFÍA Y AUTORÍA AMARGURA:
     
          Se trata de una imagen de candelero para vestir la cual sólo tiene tallada cabeza y manos estando sin detallar manos y tronco. Recoge el momento triste de una Madre conocedora del destino de su Hijo por la calle de la Amargura y en dirección al Calvario.
     
           La autoría no está documentada aunque se atribuye de forma errónea a D. Pedro Roldán o su hija "La Roldana". Existía en el S. XVII (se recoge en el Libro de Reglas de 1656) y ha sufrido varias reformas a lo largo de la Historia, quizás las más importantes, en 1713 que fue prácticamente rehecha o en 1951 donde el imaginero D. Antonio Eslava Rubio le hizo un "cambio de imagen". En 1975 fue otra vez restaurada por el citado y cuatro años después por D. Luis Ortega Bru.



(Virgen de la Amargura en el mes de la Inmaculada 2011)




ICONOGRAFÍA Y AUTORÍA DE SAN JUAN:
       
          Se recoge el momento del acompañamiento a María por la Calle de la Amargura según los Evangelios Apócrifos dándole ánimos en los momentos previos a la crucifixión de su Hijo.

       La imagen de San Juan Evangelista es de talla completa, pero la zona troncal no está definida habiéndose creado desde un principio para ser vestida. Sí que está esculpida la cabeza, manos, antebrazos y piernas hasta la ingle.

        Se ha venido atribuyendo de forma errónea a D. Pedro Roldán o a su círculo, y aunque la Hermandad poseyó una que debió realizarse por eses fechas -pues consta datada su existencia desde el año 1708- se puede descartar la hipótesis anterior al haberse documentado recientemente por D. Fernando Cruz Isidoro como obra del escultor D. Diego Roldán Serrallonga, nieto de Pedro Roldán "El Viejo" y sobrino de Luisa Roldán "La Roldana", que aprovechando el cuerpo de la talla primitiva, le esculpió nueva cabeza y manos en el año 1759.

        En el año 1782 fue retocado por el pintor D. Bernardo Vidal, que le volvió a encarnar la cabeza y las manos como ya hiciera Diego Roldán. En el año 1953 fue restaurado por el imaginero Eslava Rubio y más recientemente, en 1991, por D. Juan Manuel Miñarro.

        Tradicionalmente la imagen de San Juan Evangelista procesionaba en solitario, en un paso que precedía al de la Virgen (además de otros pasos en el cortejo como el de la Santa Cruz de Jerusalén y la Santa mujer Verónica que fueron desechados con el paso del tiempo). Existen pruebas documentales de que ya en el año 1923 se incorporó la imagen de San Juan al paso de la Virgen siguiendo el modelo del Gran Poder de Sevilla, componiendo así la iconografía actual.

        Como curiosidad destacar que la figura de San Juan portaba (al menos hasta el año 1778) una palma de plata que se citaba como “Palma de Santa Rita” y que en el año 1834 ya no poseía.






GALERÍA DE IMÁGENES:





(Primitiva imagen del Nazareno y de la Virgen de la Amargura de principios del Siglo XX).


(Antiguo Altar de Cultos de la Virgen de la Amargura, probablemente década de los años 20 del S. XX, donde se observa en su composición el primitivo Palio de 1921-1922 sustentado por seis finos varales realizado por D. Pedro Ruiz, de Ornamentos Vitoria, de estilo bizantino y que procesionó hasta 1939, fecha en que se sustituyó por otro más acorde a la moda sevillana de aquel momento). 



(Antiguo Altar de Cultos de la Hermandad. Probablemente década de los años 20 o quizás comienzo de los 30´s del S. XX).








(Fotografías realizadas en la mañana del Viernes Santo 25 de Marzo del año 1921 donde se aprecia el primitivo paso del Nazareno y que fuera  sustituido por el que hiciera el hispalense D. José San Juan en el año 1924 y que procesionara en 1925 hasta el nuevo que se realizara en 1950 por D. Juan Pérez Calvo así como el paso de la Virgen que ya procesionaba con Palio en 1923. Se observa la recogida de la Hermandad por la Cuesta de la Caridad y camino de su Santuario nombrada Basílica Menor por el Papa en 1997. Obsérvese igualmente el escaso número de penitentes que acompañaba el paso de Virgen sin Palio así como la Bodega "Francisco García de Velasco" al fondo de la imagen, inexistente en la actualidad, para dar paso hoy día a un nuevo vial de la ciudad).












 (Recogida de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno y Ntra. Sra. la Virgen de la Amargura el día 15 de Abril de 1927. Se observa el paso de misterio que realizara D. José San Juan en los años 1924-25 y respecto de la Virgen la novedosa incorporación del Evangelista San Juan al paso de Palio ya que con anterioridad procesionaba con parihuelas independientes).



(Virgen de la Amargura ascendiendo la Cuesta de la Caridad. Primer tercio de la década de los 40).

















































(Secuencia de imágenes donde se puede apreciar el transcurrir de la Cofradía por la Calle Santo Domingo, Ancha y San Juan. A diferencia de sus orígenes en el que la Hermandad procesionaba a la "clareá" sobre las cinco de la madrugada y desde la Ermita de Santiago a la Parroquia de la "O" y vuelta, en la actualidad suele hacerlo dos horas antes y teniendo un itinerario considerablemente más largo).












(Durante muchos años el cortejo procesional iba abierto por la Escuadra de Batidores de la Guardia Rural. Estas fotos datan de primeros de los años 50. Quizás, se ha querido relacionar a la Hermandad con los guarda campos y el Vulgo de Labradores y Viñitas, de ahí su adjetivo gremial pero no estamos muy de acuerdo con ello conforme su historia documentada la cual avala su relación tradicional con el estamento nobiliario (maestrantes) y de todas las clases sociales sanluqueñas. Tal y como indicamos al principio y siguiendo al historiador Velázquez Gaztelu, queda rechazada las tesis de que el viñista Bartolomé de Guisa cediera terrenos para la creación de la Ermita originaria y que daría pie a la futura cofradía. Decimos esto porque sostenemos que no se trata de una Hermandad gremial -aunque históricamente muchos de sus hermanos fuesen hombres del campo- sino que en sus filas se encontraban todo tipo de profesionales como marineros, panaderos, carpinteros, albañiles, comerciantes, etc, siendo así que pensamos no es casualidad el sobrenombre que el Pueblo ha dado a la Sagrada Imagen llamándola "El Señor de Sanlúcar" o "El Señor de la Madrugá".
En la Semana Santa de Andalucía sur occidental, a partir de la Restauración Borbónica de 1874, vino a establecerse la costumbre en algunas cofradías, la de abrir paso al Cortejo Procesional con caballos. 
Por otro lado, resulta significativo reseñar que en el año 1952 el Ministro de Agricultura, D. Cirilo Cánovas del Castillo, aceptó el cargo de Presidente Honorario Perpetuo -representado desde entonces por D. Antonio Barbadillo García de Velasco- por lo que muchos seguirán pensando en esta ascendencia gremial tan orientada al campo y más concretamente a los viñedos.
Como otros personajes ilustres de la Cofradía resulta ilustrativo reseñar que en el año 1923 el monarca Alfonso XIII aceptó el cargo de Presidente Mayor Honorario. Igualmente, en 1957 el Duque de Medina Sidonia aceptó el Cargo de Hermano Mayor Honorario Perpetuo y la Duquesa el de Camarera Mayor Honoraria Perpetua. También ostentan estos cargos el Arzobispo de Sevilla y el Alcalde de Sanlúcar).


(Con el Mayor Silencio, Modestia y Veneración).











(Secuencia de imágenes con el paso de Cristo por la Plaza del Pradillo enfilando la Cuesta de Ganado).




(Subida por la Cuesta de Ganado).



(Nuestro Padre Jesús Nazareno subiendo la Cuesta de Ganados en la mañana del Viernes Santo 16 de Abril de 1965).
  

(Nuestro Padre Jesús Nazareno subiendo la Cuesta de la Caridad en la mañana del Viernes Santo 16 de Abril de 1965).











(Secuencia de imágenes donde se aprecia la recogida de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Virgen de la Amargura en la mañana del Viernes Santo de 1977).









(Secuencia de imágenes donde se aprecia la recogida de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Virgen de la Amargura en la mañana del Viernes Santo de 1982).






(La Hermandad a su paso por el antiguo Ayuntamiento en la mañana del Viernes Santo de 1984).

































(Fotos que recogen la subida y recogida de la Cofradía por la Cuesta de la Caridad. Algunas de ellas datan de 31 de marzo de 1961).



(Fotografía del paso del Nazareno en el Santuario de la Caridad donde se aprecia el Monte de corchos y la ausencia de los típicos claveles rojos con los que suele procesionar en la actualidad).




















(Solemne besamanos del Nazareno a los pies de su retablo y presidido por la Virgen de la Amargura en la década de los 50´s del siglo XX).






(A lo largo de la Historia esta Virgen ha ostentado diversas advocaciones: en la actualidad como Nuestra Sra. de la Amargura; en 1656 como Nuestra Sra. de las Virtudes; en 1720 como Nuestra Sra. de la Soledad; y en 1834 -y de forma simultánea- como Nuestra Sra. de la Amargura, Nuestra Sra. de los Dolores y Nuestra Sra. del Desconsuelo).















(Secuencia de imágenes donde se puede apreciar los distintos pasos de Misterio de Nuestro Padre Jesús Nazareno. El primero de ellos quizás sea -y no con absoluta certeza- el paso de estilo barroco construido entre 1781-1783 el cual se señala en un inventario de la Hermandad de 1834. Este paso procesionó hasta 1924. En la segunda foto se aprecia el curioso nuevo paso de 1925 siguiendo la estética sevillana del momento y consistente en un calado de reducidas dimensiones dotando mayor protagonismo a la imagen. Su perímetro exterior medía 2,75 por 1,50 metros, por lo que se puede deducir las reducidas medidas de este paso y donde el Nazareno destaca a modo de gigante. Fue construido por el escultor hispalente D. José San Juan y procesionó hasta 1950. En la tercera imagen se aprecia el muy conocido paso del Nazareno que procesionó desde 1951 hasta 2008 y que fuera construido por D. Juan Pérez Calvo. En 1956 se doró el cuerpo central y la canastilla y en 1963 los faroles. En 1976 se le añadió el escudo bordado de la Santa Cruz de Jerusalen en el faldón delantero. En 1979 D. Guzmán Bejarano lo amplió y en 1996 D. José Hermoso Bernal lo recortó para darle mayor proporcionalidad. En 1997 se doró nuevamente el paso para procesionar por última vez en 2008, procesionando uno nuevo -de estilo neo rocalla a bombo y vuelta- que está a punto de ser terminado y en espera de ser dorado). 




(Sagrada Imagen en su retablo en posición de maniatado y sin la habitual Cruz de madera con forma octogonal acompañada de canteras doradas. Obviamente la Cruz del camarín se encuentra recortada aunque ofrece paralelismos morfológicos con la espectacular Cruz de carey con la que procesiona. El camarín -especialmente diseñado con fondo para el besapiés de los fieles similar al Gran Poder- fue construido, remodelado e inagurado en octubre de 1925 gracias a las donaciones de los fieles. Posteriormente, ya en 1957, y sufragando todos los costes de la obra el que fuera Mayordomo de la Hermandad durante los años 1950-1978 se enriqueció mediante mármoles, jaspes, basas y pilastras aprovechando que el anterior se encontraba seriamente dañado por la carcoma siendo inaugurada la nueva composición en 1960 y dejándose constancia de ello mediante una pequeña placa ).




(Nuestro Padre Jesús Nazareno en su recogida hacia el Hospital de San Diego en la mañana del Viernes Santo de 1989. D. José María Sánchez Muñoz "Pericache" realizó una Cruz réplica de la de carey y de brazo abatible para la ocasión especial de hacer su salida procesional desde el Hospital de San Diego -con las reducidades dimensiones de su puerta de acceso- al estar el Santuario de la Caridad en restauración).



(Nuestro Padre Jesús Nazareno por la Carrera Oficial del Barrio Bajo en la Procesión del Santo Entierro Magno del día 23 de Abril de 2011).




(Ntro. Padre Jesús Nazareno en el mes de Difuntos 2011).







(Efeméride de 1946 consistente en díptico publicando el Solemne Triduo que se iba a realizar en los días 13, 14 y 15 de abril del citado año).



(Culto Penitencial año 1950).




GALERÍA VIDEOGRÁFICA:



(Impresionante reportaje videográfico donde se documenta la recogida de la Hermandad en la mañana del Viernes Santo del año 1989 en la Iglesia de San Diego con motivo de las obras que se estaban acometiendo en el Santuario de la Caridad. El traslado se realizó en solemne via crucis en la madrugada del Lunes Santo desde la Parroquia de la "O" hasta la Iglesia de San Diego. El retorno se realizó de manera informal en octubre de 1989.
Apréciese al paso de Palio cómo una pareja muestra enorme respeto por la imagen (min. 3.56). Obsérvese de igual forma el antiguo paso de Misterio de 1950, que fuera dorado 6 años después, retocado ampliándolo en 1981 para retocarlo nuevamente en 1997 al objeto de hacerlo más proporcional. En 2008 procesionó por última vez al ser sustituido por uno nuevo en 2009 el cual se encuentra en la actualidad en proceso de dorado. Este Paso de Misterio ha sido vendido a la Asociación Parroquial "Pusillus Grex" a fin de procesionar dentro de unos años al Cristo del Soberano Poder).






(Interesante vídeo donde se recoge el descendimiento de la Hermandad en la madrugada del año 2008 por la Cuesta de Belén alterando su histórico recorrido que le hacía llegar al Barrio Bajo por la Cava del Castillo y el Carril. Resulta interesante destacar que la Hermandad procesionó por la Cuesta de Belén en el año 1927 cruzando Plaza del Cabildo y calle de la Bolsa realizando estación de Penitencia directamente en la Parroquia de la "O" y teniendo como destino la Iglesia de San Francisco. Se desconocen los motivos de ese curioso y novedoso itinerario por aquellas fechas).






(Nuestro Padre Jesús Nazareno por la calle Monteros en incorporación a Carrera Oficial (Barrio Alto) en el Santo Entierro Magno del Sábado Santo 23 Abril 2011).




NOTA 1: Estas líneas están dedicadas al moralino D. Carlos González San Román, gran cofrade y mejor persona.

NOTA 2: Este artículo está en permanente revisión.

NOTA 3: Gracias especiales a D. Fernando Cruz Isidoro, sin chispa no hay llama.



EPÍLOGO:


"Jesús Nazareno de inmensa bondad
Tu amor fue el amparo de la humanidad.

Sacrosanto Nazareno por el dolor torturado
Jesús eterno amado que eres Amor y Luz maltratado
El Santo Rostro que inundó tu sangre pura
Por la calle de Amargura vas arrastrando tu Cruz.

Con la corona de espinas que martiriza tu frente
entre la turba inclemente
sin piedad ni corazón
vas a ofrecer tu martirio
sobre el Gólgota que ese día es cumbre de redención.

Se ocultó la luz del cielo
tembló el mundo pavoroso
ante el crimen alevoso
que crucificarte fue
mas de esa cruz que en tu cuerpo
fue dura carga afrenta
brotó blanca y prodigiosa
la Santa Luz de la Fe".

Autor: D. Manuel Barrios Masero.





Enlaces para descarga de las fotografías presentadas en este artículo:

http://www.mediafire.com/?i8ik9p6cpwcz5m6



BIBLIOGRAFÍA:

"Historia de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Sanlúcar de Barrameda" (D. Fernando Cruz Isidoro).
Fundaciones de todas las Iglesias, Conventos y Ermitas de Sanlúcar de Barrameda” (D. Juan Pedro Velázquez Gaztelu).
"Historia de la ciudad de Sanlúcar de Barrameda" (D. Pedro Barbadillo Delgado).




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